Encuentro Antenas y Raices 02

Antenas y Raíces 02

Flujos de memoria para una sobria tecnología

17-18 de agosto de 2019.

Sábado 10am - Domingo 4pm.

Algoritmos poscoloniales // Arqueologías galácticas // espiritualidad // Transmedialidad // Trans-Interculturalidad // Multiespecies // lengua propia // madre tierra- territorio // Buen vivir //
Intercambio de conocimientos y experiencias.
El segundo encuentro Antenas y Raíces busca desde la trans-interculturalidad ampliar el espectro de lo que se entiende como tecnología y medios de comunicación desde la educación e investigación propia.

 

Programa.
/// Sábado. 10am-12am.
Tejiendo alrededor de.
Buen Vivir. 
Trans-culturalidad.
Ciencia, tecnología y medios de comunicación.

 

Memorias, Raíces y Tecnologías”

 

Los días 17 y 18 de Agosto de 2019 se llevó a cabo en la sede Minkalab, en el municipio de Santa Rosa de Cabal, Risaralda, Colombia, el segundo encuentro de Antenas y Raíces, flujos de memoria para una sobria tecnología, en el que participaron indígenas estudiantes de la Universidad de Caldas, mayores espirituales de la región y estudiosos de la trans-interculturalidad.

 

Dicho encuentro pretendía, a través de intercambio de experiencias, saberes y conocimientos, ampliar la comprensión de lo que se entiende como tecnología y medios de comunicación en un territorio poscolonial, desde donde se abordaron temas relacionados con la educación propia, el buen vivir, transculturalidad y las tecnologías propias y apropiadas. Este encuentro se dio a través de la minga de pensamiento y el círculo de la palabra, para que se compartieran las percepciones del mundo y fluyeran las ideas y los sentires entre los participantes.

 

El día sábado 17 de agosto en la mañana, la apertura del encuentro se hace con la armonización musical por parte del grupo de jóvenes indígenas de la universidad de Caldas, tocando ritmos musicales propios de su cultura nativa. Después de la bienvenida a Minkalab, por parte del guardián del territorio Gabriel Vanegas, a los visitantes llegados en su mayoría de la ciudad de Manizales, se hace la presentación de los asistentes, entre los que hay indígenas de los pueblos Pastos de Nariño, Murui del Amazonas, Katmensá de Putumayo, Nasa del Cauca, todos jóvenes estudiantes de la universidad de Caldas, integrantes del Cabildo Indígena Universitario de Manizales, en los que algunos de ellos son participantes del Semillero de investigación en interculturalidad de la universidad de Caldas; también se destacan entre los asistentes, mayores espirituales, comunicadoras, educadoras, psicólogas, artistas y profesores universitarios.

 

La jornada de trabajo empieza con el círculo de la palabra tejiendo alrededor del buen vivir, la trans-culturalidad y tecnologías y medios de comunicación.

 

Sobre el Buen Vivir se compartieron algunas ideas importantes que dan mayor comprensión sobre dicho concepto. Se resalta que para los pueblos indígenas el conocimiento propio del buen vivir parte de escuchar a los mayores, recibir consejo de su sabiduría y despertar la consciencia del mundo en que se vive, para soñar cómo se desea vivir bien en el territorio ancestral. Las prácticas tradicionales de ritualidad y armonización del territorio hacen parte de los usos y costumbres que marcan en buen vivir de los pueblos originarios, que va en consonancia con vivir en comunidad, realizando un trabajo colectivo en beneficio de todos. Se señala también que la relación armoniosa que se tiene con los seres vivos, con los elementos de la naturaleza, con la madre tierra, con los espacios de la vida, nos posibilita la comunicación espiritual con nuestro entorno, que entra en desequilibrio cuando no respetamos las leyes de la naturaleza. Para los pueblos ancestrales, la espiritualidad es el medio con que se comunican con la naturaleza, por lo que es menester que haya un flujo comunicativo permanente y respetuoso para vivir en armonía con la pacha mama. Si hablamos de buen vivir, debemos saber de la historia de los antepasados, de las raíces de la cultura ancestral, para poder entender el cómo se vivía antes y así poder valorar el buen vivir de los antiguos, por lo que hay que recordar y recuperar la memoria de lo que fuimos, para entender lo que somos; hay que continuar tejiendo y recordando de lo que éramos para soñar lo que seguiremos siendo. Lo que caracteriza a las comunidades indígenas es el territorio ancestral y el vivir en armonía con la madre naturaleza. Allí en el territorio se tiene todo lo necesario para vivir, el agua, los alimentos; allí donde está la familia y donde se construyen relaciones comunitarias está el buen vivir de los pueblos. Allí está la dualidad, la paridad, la reciprocidad, complementariedad, donde todo tiene su opuesto, su complemento, su tercero incluido. En las comunidades indígenas las cosas se hacen en colectivo y de forma espiritual, razón por la cual el buen vivir es tener qué compartir y con quién compartir, buscando un beneficio común para todos, es lograr objetivos comunes en una común unidad e identidad de intereses y beneficios mutuos.

 

En las horas de la tarde se comparten experiencias comunitarias sobre educación propia:

 

Se compartió la experiencia de educación propia del colegio rural indígena Los Andes de Cuaical, en el municipio de Cumbal, Nariño, donde estudian niños y jóvenes del pueblo de los Pastos del resguardo del Gran Cumbal. Cuenta Leidy Patricia Cuaical, del pueblo Pasto,  que hace unos años se viene en el proceso de construcción de educación propia al inculcarse en los estudiantes el respeto por las raíces y el saber ancestral. Dentro del colegio se ha venido construyendo espacios propios de aprendizajes como la chagra y la maloka (casa del saber ancestral); también está el pueblito Pasto de 4 chozas, que recrea el poblamiento tradicional y la forma de construir las viviendas propias; allí está la litoteca, en la que se preservan muestras de roca y se estudia la conformación geológica del territorio en sus procesos naturales, dado la proximidad de varios volcanes alrededor del resguardo. En el colegio se conformó el Cabildo indígena estudiantil, integrado por niños y jóvenes de la comunidad, los que dinamizan y participan del intiraymi (fiesta del sol), y en la protección y recuperación de las plantas nativas. Con el cambio de la educación convencional a la propia empezaron a versen modificaciones en la infraestructura del centro educativo, como del modelo educativo que se construye acorde a la cosmovisión propia y que pretende formar de acuerdo a las condiciones naturales de la región, de la historia del pueblo de los Pastos y la ritualidad alrededor del sol. Desde tiempos ancestrales se ha venerado al sol. En el pueblo de los pastos está la piedra tallada con el sol de los pastos, de 8 puntas, lo que representa un respeto y adoración al sol, lo que motivó que a partir del 2012 se haya venido celebrando en el resguardo del Cumbal el intiraymi.

 

Se habló del Semillero de investigación en educación propia Uma Kiwe, en el resguardo de San Andrés de Pisimbalá, en Inzá, Cauca. Cuenta José Guegia, indígena Nasa, que en el Cauca los pueblos indígenas están hablando de implementar un sistema de educación propia. La educación propia surge a partir de las recuperaciones de tierra en la década de los 70´s y 80´s del siglo pasado. Los antiguos indígenas fueron despojados de sus tierras y arrinconados a las montañas, o puestos a trabajar como terrajeros en las tierras que el terrateniente les había arrebatado, por eso se ha hecho las recuperaciones de tierra, para liberar el territorio y emancipar al indígena. En medio del proceso de recuperaciones de tierra, constituciones de resguardos y organizaciones de cabildos indígenas, es donde se habla de la educación propia, con la que se ha entendido la necesidad de recuperar la historia y los valores culturales del pueblo originario. A pesar que en muchos resguardos se han creado escuelas indígenas, los contenidos en la malla curricular seguían siendo los que imparte el Estado y poco lo que se trabajaba desde la lengua propia, el nasayuwe (lengua nasa) y la cultura tradicional Nasa. Algunas familias conscientes que no se estaba haciendo lo que se requería para construir una verdadera educación propia, deciden constituir un semillero de investigación para definir contenidos y metodologías educativas que revitalicen el idioma nasa y la identidad cultural, por lo que sacan a los niños de las escuelas y comienzan a formarlos desescolarizadamente, teniendo el territorio como escuela, educando con el nasaywe y brindando la formación con los mayores, líderes y la familia indígena. El semillero Uma Kiwe (Madre tierra) empezó con 7 niños; ahora hay 20 de ellos formándose con la educación propia. Esos niños que están fuera de los currículos convencionales, están aprendiendo muy bien lo propio, pero también conociendo críticamente lo de afuera. Es u  semillero de investigación desescolarizado que no son reconocidos por el Estado, pero que no requieren tener reconocimiento legal, sino tener el apoyo de la comunidad para su legitimidad. El trato no es de docente a estudiante, sino de compañero a compañero. A ellos se les acompañan en matemática, lectoescritura, música, aprenden la historia a través del teatro. Los niños que se forman en esta práctica educativa, respetan y cuidan la madre tierra, saben tocar la flauta y el tambor, saben valorar las prácticas culturales, aprenden a leer y escribir críticamente, saben de matemáticas y aprenden lo que necesitan para tener capacidad de adaptación al medio, por lo que es una formación para la vida.

 

Se comparte la experiencia de plan de vida y educación propia del pueblo Murui del Amazonas, por medio del indígena estudiante Samir Huamán, quien nos relata que, en el plan de vida se parte del origen, desde la base de “quiénes somos”, y se preguntan por qué se llaman Murui. En el territorio Murui el plan de vida, la educación propia, los currículos indígenas, se han sentado a pensarlos filosóficamente, desde el entendimiento del pensamiento propio y la cosmovisión ancestral, de pensarse a sí mismo y reconocersen como hijos de la madre tierra; asimismo, sobre el cómo hacen para entender al otro que llega de afuera e inciden sobre la comunidad. Cotidianamente los Murui tienen la costumbre de cazar, pescar, recoger frutos, viviendo en armonía en la selva amazónica, pero no siempre ha sido así; ha habido hechos que los ha afectado negativamente como pueblos amazónicos, como lo fue la cauchería hace 100 años, que casi los lleva a la aniquilación total, a la desaparición física y cultural como pueblo ancestral. Los poquitos que quedan son retoños de los pocos Murui que quedaron vivos en este nefasto genocidio. A lo largo de años de lucha se ha podido ganar que se considere a los indígenas como personas con derechos. El plan de vida es el fortalecimiento de lo que han logrado en años de resistencia, desde la época de la conquista. La educación de los pueblos indígenas es una educación para la vida, para el trabajo, para servir a la comunidad. Luego del genocidio de la cauchería, llegaron los misioneros cristianos, que quisieron evangelizar a los Murui que quedaron y con ellos se perdió el pensamiento y prácticas culturales. A pesar que tienen lengua materna (el bue) y la educación que se da en la casa, en la cotidianidad, fue mucho lo que se dejó de practicar de las costumbres propias con la cristianización. Ahora están en el recuperar y revitalizar la cultura. La vivencia cotidiana permite revitalizar la lengua y la cultura, y una de las formas de fortalecerla es el compartir. Desde el 2008, se hizo un estudio del yagé y medicina tradicional, y con ello trabajaron de educación propia, territorio, historia, lo que permitió construir el plan de vida.

 

En horas de la noche se comparte la palabra, alrededor del fuego sagrado, con el sabedor Ricardo García, quien relata sobre los viajes al ecuador espiritual, al centro de la tierra, para hace ofrendas a los abuelos y armonizar la madre tierra.

 

 

El día domingo 17 de agosto, temprano en horas de la mañana, se hace un recorrido por el territorio Minkalab a través de un sendero que conduce a una tumba, saqueada por guaqueros, de lo que pudo ser el entierro de un ancestro Quimbaya, en la parte alta de la montaña. En este sitio sagrado, se realizó un pagamento, una pequeña ofrenda con semillas, cantos y palabras que recordaban al pueblo que habitó ancestralmente estas tierras. Se propone recuperar el nombre propio de Minkalab

 

Se empieza en horas de la mañana con el conocimiento que comparte Gabriel Vanegas, que nos habla de los medios de comunicación y tecnologías poscoloniales, en su experiencia de trabajo con la comunidad Sajama y Cosapa de Bolivia. Nos cuenta que las líneas de Nasca en Perú son los estampas de un desarrollo tecnológico y de un sistema de comunicación milenario que construyó una cultura con gran sentido y valor del tiempo y del espacio. Las líneas concéntricas radiaban un calendario que unía lugares sagrados con los territorios que habitaban. Esta tecnología Nasca no se ha podido explicar cómo se hizo. La comunidad Kosapa, de la cultura quechua-aimara, posee unas líneas que son una especie de calendario. Estas líneas regían la dimensión espacial y temporal del tawantinsuyo. El koricancha era un sitio que radiaba líneas; estas líneas marcan el calendario de su producción agrícola y la ritualidad. Los carnavales ceremoniales surgen de esas líneas. Estas líneas eran para comunicarse con otros seres naturales y espirituales. Los españoles cuando llegaron destruyeron los sitios ceremoniales de los pueblos ancestrales, impidiendo la ritualidad propia. Con la recuperación de los sitios sagrados y la ritualidad ancestral, se hacen ofrendas y pagamentos espirituales. Esto era una forma de seguir al sol, con la que podían hacer, a través de ellos, celebraciones como el intiraymi, estos eran sitios de encuentro para realizar festividades. Estas líneas son redes nodales, lo que demuestra ser un observatorio avanzado de diagnóstico del tiempo, algo así como una red nodal que permite predecir el clima. El propósito es reconocer y valorar tecnologías precolombinas y poscoloniales.

 

Seguidamente, el físico Jaime Forero nos cuenta la importancia de conocer la naturaleza y de cómo funciona el cosmos. Empieza haciendo un ejercicio de orientación espacial del planeta Tierra con relación al sol y sobre cómo nos ubicamos con respecto a los astros del universo. Señala que el tiempo es relativo con relación al observador, lo mismo que explica que el eje de rotación de la Tierra es de un ángulo de 23 grados y que no está fijo, que se mueve dando inclinación al planeta; la tierra mueve los polos magnéticos sobre su eje cada 27.000 años. La línea del eje sobre el que gira la tierra mira hacia las constelaciones de la Osa menor, o la estrella Polaris. El horóscopo gregoriano está corrido un mes, no es preciso, por lo que debemos recurrir a un calendario solar y lunar más exacto. El sol tiene ciclo 11 años de actividad, alta o baja. Hay cuatro ciclos astronómicos: solar-anual, lunar-mensual, 11 años del ciclo del sol y 23.000 años de la apreciación de equinoccios. Estamos en el ciclo solar 26. Nos indica que hay el polo norte geográfico y el polo norte magnético. El polo norte magnético es resultado de las fuerzas de corriente del interior de la tierra. La navegación depende del mapa magnético. El polo magnético se está moviendo hacia Canadá, muy rápidamente. Es impredecible con los cambios del campo magnético de la tierra. El centro de la vía láctea se encuentra en la constelación de sagitario, en la cola del Escorpión. La luna se está alejando de la tierra y eso hace que haya un desequilibrio en los tiempos de la tierra, haciendo que los días sean más cortos, aunque sea imperceptible a los humanos. Cada pueblo puede tener su propio calendario como una forma propia de cómo se percibe el tiempo.

 

En las horas de la tarde termina el encuentro con una evaluación que resalta los aprendizajes, las experiencias positivas y se hace un agradecimiento a la madre tierra y al casero o guardia del territorio por el recibimiento y la acogida. Se invita al Minkalab 2020 y se expresa la importancia de mantener vivo la armonía espiritual con las raíces y las entrañas de la tierra. Finalmente, la actividad termina con cantos Murui, con la danza dirigida por la mayora Yupeimi y la foto oficial de Minkalab.

Santa Rosa De Cabal - Colombia

Email: info@minkalab.org

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